La luz influye directamente en el confort que ofrecen los diferentes espacios. Y la iluminación LED propone soluciones acertadas que, además, suponen un ahorro significativo a largo plazo.
Capacidad de adaptarse al ambiente
La iluminación LED ofrece más opciones a la hora de realizar proyectos de iluminación. Es más flexible, más resistente y más fácil de direccionar. Eso abre el abanico de posibilidades, porque se adapta tanto a áreas concretas de trabajo como a los fines decorativos.
Las luces LED, en general, reproducen el color con bastante fidelidad, gracias al alto CRI. El mercado presenta incluso opciones regulables, que permiten subir o bajar la intensidad de la luz para adaptarla plenamente al momento.
El que no haga daña a los objetos porque no emite rayos UV o que no altere los colores de la estancia al iluminar mobilirio y otros objetos, la ha convertido en la favorita de los interioristas, así como de cada vez más personas.
La adaptabilidad también es mayor, porque la iluminación LED ha permitido el desarrollo de fórmulas creativas como las tiras. Además de llevar más luz allá donde no es suficiente con una lámpara de techo, como un cajón o el ropero, permite el juego de colores en lugares estratégicos.
Bajo consumo
Lo que también gusta de la LED en uno de los países con la factura de la luz más cara de Europa, como es España, es que repercuta en ahorro. Esta es la ventaja más veces argumentada para promover su uso, considerando que eso implica también menos gasto energético. La iluminación LED es menos contaminante, con hasta un 80% menos de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Las bombillas LED no sufren tanto el encendido/apagado como las tradicionales, y se enciende de manera instantánea. Aunque el número de horas e luz varía al analizar la vida útil, muchas logran situarse entre las 30.000 y las 100.000 horas.
Especies de Espacios
Ventajas de la iluminación LED en espacios interiores